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En esta oportunidad, quiero compartir cinco comportamientos ciudadanos positivos que he percibido viviendo en Borlänge, Suecia:
1. Respeto del espacio personal
En Suecia existe una conciencia colectiva en los lugares de uso común. Cada persona utiliza estos entornos siempre pensado en los demás. He notado que cuando subo las escaleras eléctricas en aeropuertos, metros, centros comerciales, es decir, en lugares de alto tráfico peatonal, las personas, la mayoría de las veces, se ubican una detrás de otra, formando algo que se conoce como “pasillo libre” para permitir el paso si alguien quiere ir más rápido.
Los habitantes se ubican de manera organizada casi instintiva para esperar su turno para subir al transporte público, sin empujar o pisar al otro. Además, se suele caminar por las calles del lado derecho al igual que lo hacen los carros para lograr un adecuado flujo de transeúntes en los caminos, lo que permite disfrutar una caminata.
Sé que estos modos de actuar son más fáciles de aplicar en lugares que no tienen altas densidades, pero aun así tener esta conciencia sobre el respeto hacia el espacio personal de los demás, hace que la experiencia a nivel social sea más agradable.
2. Consideración al peatón
Se siente maravilloso cuando en los cruces de peatones en las calles todo tipo de vehículos se detienen, dándole prioridad al paso del peatón. En mi opinión, esto es una conducta sencilla de aplicar, que marca la diferencia cuando le das mayor relevancia al actor que se encuentra más vulnerable y con la que se puede evitar accidentes.
Parece algo lógico y obvio, pero no lo es. No me dejarán mentir cuando digo que en algunas ocasiones cuando queremos pasar una calle, en otros lugares, el conductor acelera para no tener que bajar la velocidad de vehículo. La dinámica entre peatones y conductores, es tal que el peatón espera a que no existan carros para poder pasar una calle, cuando debería ser al contrario, que el carro se detenga cuando vea un peatón, en zonas autorizadas para el cruce de peatones. Además de lo anterior, no estamos acostumbrados a pasar en estos cruces autorizados, simplemente pasamos por donde nos quede más fácil. Esto, hace que se incrementen los accidentes y el tráfico.
Sumado a esto, me llamó la atención la apropiada señalización que permite orientarte adecuadamente sobre los puntos que pueden cruzar en las calles y diferentes lugares. Al estar tan bien demarcada se facilita hacer un correcto uso de los cruces peatonales y disfrutar de una caminata en la ciudad.
3. Sensación de Seguridad
Como mujer definitivamente es un alivio poder disfrutar de los espacios, salir a caminar o trotar sin importar la hora del día y saber que difícilmente alguien va a generar algún tipo de acto violento o sexual. Por otro lado, el mes pasado, conversaba con una amiga que compartía conmigo esa sensación de seguridad cuando su hijo sale al parque o camina del colegio a la casa, sin tener esa sensación de peligro inminente.
Tampoco podría decir aquí no ocurren muchas situaciones que atentan contra la seguridad de las personas o en el que hurten sus pertenencias o inclusive que se presenten eventos más graves. Recientemente mi esposo tenía que tomar un tren, así que el dejó su bicicleta en la estación del tren y cuando regreso la encontró sin el sillín.
Entonces de lo que hasta el momento ha sido mi experiencia en esta ciudad no se puede de hablar de una seguridad absoluta, si existe una gran diferencia en términos generales de la gravedad de lo que te puede ocurrir, en relación con sentirte seguro en el lugar donde vives.
4. Cultura del Silencio
Aun cuando es un tema de preferencias y tolerancia respecto al ruido, en Suecia existe consideración especial respecto a la generación de ruido. Los suecos son cuidadosos con el volumen de su voz cuando están en lugares públicos; el uso de audífonos para escuchar llamadas o escuchar música en lugares públicos, hace parte de su cultura y es una apropiada conducta en los lugares públicos.
Los ciudadanos suecos valoran la privacidad en los espacios personales y en los públicos. Aunque podría parecer un detalle menor, puede cambiar la experiencia al disfrutar la ciudad y su entorno.
5. Puntualidad
La puntualidad es una cualidad muy arraigada en la cultura sueca y está asociada a la productividad y el respeto del tiempo por los demás. Las reuniones inician y terminan de acuerdo a lo programado. Tienen una afinidad hacia lo concreto y suelen ir directo al objetivo que quieren tratar. Está bien visto llegar puntual a las cita que tengas, sea profesional con amigos o de cualquier otra índole.
En conclusión, resulta interesante ver como varios aspectos que aportan a una experiencia agradable a la hora de disfrutar vivir en una ciudad están tan particularmente relacionados con la actitud ciudadana y como cada quien desde lo personal puede contribuir a tener una mejor experiencia en el lugar donde viven.
Aunque no se puede decir que no se requieren otros factores que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, es interesante identificar aquellos que pueden tener un gran impacto en la ciudad y resultan ser muy simples pueden ser obviados e inclusive pasar a un segundo plano, algo tan básico como una adecuada señalización y puede de manera simple cambiar drásticamente la experiencia del peatón en el disfrute de la ciudad.
En este país, si bien cuentan con ciudades organizadas adecuadamente, es notoria la conciencia colectiva, la honestidad y el respeto hacia el otro. Considero que estos valores están fuertemente arraigados en la sociedad sueca, lo cual hace que siempre prime el bienestar colectivo. Incrementar nuestros valores colectivos permitirá buscar otras alternativas antes de atentar contra la integridad de otra persona.
Finalmente, pienso que existe gran reto por garantizar la seguridad en los territorios para retornar la confianza de los ciudadanos siendo este un pilar fundamental que deberá seguir siendo priorizado en el ordenamiento territorial y que sin duda también hace parte del quehacer ciudadano.