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Trabajo en equipo
COLECTIVO CIUDADANO

Planear sosteniblemente el territorio: un reto desde la relación del inviduo con la ciudad.

Escrito por: Angie Gamboa Molano (Solo opiniones personales)

 

Planear una ciudad, una política, un programa, implica tener en cuenta diferentes determinantes, instrumentos, servicios, normas, sectores, gremios, instituciones y colectivos ciudadanos. Asimismo debe considerar la forma en la que se vive en la ciudad, siendo éste el aspecto, sobre el cual me quiero referir más específicamente. La forma de vivir de un ciudadano lleva consigo la relación con: los lugares donde habita, la movilidad, el uso de los espacios públicos y los servicios. Además, el vínculo con el entorno, el barrio y la localidad. Todo lo anterior, con un ingrediente adicional: vivir de manera sostenible.


Si empezamos a analizar cada una de estas relaciones, el tema de la movilidad es uno de los más importantes, pues ir de un lugar a otro, hace parte de la vida cotidiana. En Bogotá, la movilidad se concentra en vehículos automotores, restringiendo el derecho de vía y de espacio. Si bien, en esta ciudad se requiere el transporte masivo y también el uso del carro, no necesariamente todos los esfuerzos deben estar dirigidos a esta modalidad de transporte. Un transporte sostenible, es la bicicleta. Sobre este medio, en Bogotá, hay avances en términos de política pública a través de Conpes Distrital 2021-2039, sin embargo aún falta bastante camino por recorrer. Por otro lado, el poder caminar y hacer de esto un experiencia agradable, contando con la infraestructura adecuada. es también una forma de movilizarse de manera sostenible. Esta permitirá dejar de depender de los medios de transporte automotor y conocer las ciudades, desde otra visión, la del peatón. Teniendo una ciudad que priorice la seguridad, en estas dos últimas formas de transporte y que ciudadanos opten por movilizarse en estos medios, se podrá incidir en el impacto negativo que se genera sobre el medio ambiente, la calidad de aire y la descongestión de los medios de transporte.



Por otro lado, la mayoría de los artículos que compramos lo hacemos en centros comerciales o en grandes superficies en los que existe la mayor concentración de diferentes productos en un solo lugar, estos espacios son diseñados para propiciar el consumo en exceso y por ende en la generación de residuos. En términos de apoyo institucional, fue evidente durante la pandemia, la ayuda estas grandes superficies, inclusive optando por la exención del IVA, por algunos días. Pero, ¿qué pasa con nuestros vecino que tienen: una papelería, una cigarrería, un supermercado o con todo aquel que tenga un emprendimiento que no esté en esos lugares de compras de gran escala? Si bien existen esfuerzos que, no voy a desconocer a nivel institucional, si se requiere mayor apoyo y no solo en determinadas zonas de la ciudad, sino en cada una de localidades, incluidas las rurales.



Además, en este punto como ciudadanos, pero también como consumidores, tenemos una acción importante. Si queremos apoyar y consumir local, debemos empezar a cambiar nuestros hábitos de consumo. Tenemos un poder, el cual no usamos y es: la elección. Elegir local, es apoyar, a empresas, negocios e iniciativas inclusive virtuales. Esto no sólo democratiza el mercado e impacta en menor medida desde lo ambiental, sino que nos hace más conscientes de cómo compramos, por qué lo hacemos y sobre todo a quienes. Sumado a esto, nos permite conocer la relación con nuestro entorno, barrio y la localidad. Al respecto, hace poco salí de camino a buscar algunas cosas que necesitaba para el almuerzo, pero al dar la vuelta a la manzana, cuatro de las que fueron tiendas de barrio estaban cerradas, debido a la falta de apoyo a nivel local. Por todo lo anterior, necesitamos políticas, programas, oferta y promoción de estos servicios, que promuevan el consumo local.


Finalmente, elegir donde alimentarnos y la forma en que lo hacemos también es uno de los factores más relevantes y comunes a todos. Ir a las plazas de mercado donde la mayoría de los productos son cultivados en Colombia, con una alta variedad en frutas, verduras especias y hierbas aromáticas, empacadas de forma natural, siempre será una mejor opción. Los productos importados han recorrido kilómetros para llegar a nosotros y por ende un mayor uso de los recursos. Por lo que elegir productos de forma local y dándole prelación a lo natural, será una mejor opción a nivel ambiental. Nuestros campesinos, requieren apoyo institucional para tener plataformas donde ofertar sus productos y que lleguen más directamente a los usuarios. Y, en materia de regulación y acciones institucionales, es necesario generar el camino que facilite estos procesos para ampliar la oferta local, a nivel de toda la ciudad.


Otro factor a considerar, es la forma en que la que trabajamos y adquirimos bienes o servicios ¿Han sentido que esa reunión a la que fueron, que ádemas gastan mucho tiempo en llegar, pudo hacerse virtual? O, ese trámite que llevan varios meses, intentando hacerlo, era posible llevarlo a cabo en la plataforma virtual de la entidad. Esto a nivel de planeación y de políticas públicas, es una invitación a seguir implementando el teletrabajo y la prestación de servicios de manera virtual. Con esto podríamos incidir, en la descongestión de los medios de transporte, la aglomeración y largas filas ante los trámites e impactará notablemente en la calidad de vida de los ciudadanos.


Como vimos, estas son algunos de los aspectos que tienen que ver con la forma en que vivimos y que requieren apoyo, planeación, recursos, pero también compromiso ciudadano. Para mi, la elección consciente, generará la demanda de bienes, servicios y formas de vivir en la ciudad, que de una y otra forma harán que se propicie la necesidad de planear desde un punto que considere nuestras preferencias desde nuestra cotidianidad y desde lo ambiental.





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